EL PROFESOR DE MATEMÁTICAS QUE REQUIERE EL PAÍS
Daniel Quineche Meza
07/08/2019
Empecemos haciendo una distinción
entre “egresado” y “graduado”.
Egresado es toda persona que ha
aprobado todos los créditos de la carrera profesional de acuerdo con el plan de
estudios respectivo.
Graduado: es toda persona
egresada que ha aprobado los requisitos que exige la universidad en el marco de
la ley universitaria para optar al grado académico respectivo, en este caso, el
grado académico de Bachiller.
Reflexionemos sobre la
categoría curricular “perfil del egresado”
Hernández (2004) concibe el
perfil profesional como una imagen previa de las características, los
conocimientos, las habilidades, los valores y sentimientos que debe haber
desarrollado el estudiante en su proceso de formación. En ese sentido considera
prudente tener en cuenta varias dimensiones a la hora de definir un perfil
profesional, la persona humana, intelectual, profesional, social, y su
desempeño operativo.
Hawes y Corvalán (2005) mencionan
que los conceptos del perfil profesional están relacionados con el contexto
laboral en una época y sociedad dadas, la organización del trabajo, el grado de
autonomía del ejercicio profesional y las relaciones entre las diferentes ocupaciones que afectan su
especificidad.
Alfaro et al. (2008, 39-40)
conceptualizan el perfil de desempeño en la relación de características
personales y conductuales, cuya valoración la realizan por medio de “(…) la
diversidad, la diferenciación de particularidades humanas, las capacidades, los
valores, las actitudes, los estilos cognitivos y las pautas de comportamiento”
.
Rodríguez (2010) indica que el
perfil docente se basa en especificaciones sobre el hacer y el compromiso con
la realidad educativa.
Bozu (2007, 3), desde el enfoque
por competencias, diferencia al perfil profesional como el perfil competencial
del profesorado y considera que es una descripción detallada y esmerada que
muestra los rasgos más característicos de un grupo profesional, es decir “(…)
el conjunto de capacidades y competencias que identifican la formación de una
persona, para asumir en condiciones óptimas las responsabilidades propias del
desarrollo de funciones y tareas de su profesión.”
Todo proyecto educativo centrado
en el aprendizaje de las personas, para definirse debe dar respuesta a tres
preguntas fundamentales: ¿para qué aprender?, ¿qué aprender? y ¿cómo
aprenderlo? Indudablemente, las respuestas dependerán del sentido y significado
de la educación en una sociedad determinada. En nuestro caso, una sociedad
multilingüe y pluricultural con predominio del castellano y la cultura
occidental.
Kemmis (1998, 113) plantea que desde
la aparición de la educación de masas, la planificación curricular ha tratado
de transformar la sociedad mediante cambios en la escolarización y el currículo
escolar. Por tanto, el currículo no debe considerarse solo como la organización
de lo que debe ser enseñado y aprendido; es en lo fundamental una respuesta al
para qué aprender.
En ese sentido, el perfil del
egresado puede entenderse como la representación de una propuesta curricular
que se concreta en la integralidad de la persona y del profesional, quien al
egresar en capaz de actuar en la sociedad contribuyendo en su cambio, en busca
de satisfacer las necesidades fundamentales de los ciudadanos. Por consiguiente,
en el proceso formativo se integran conocimientos –intelectuales y técnicos,
específicos y generales– y comportamientos humanos consigo mismo y con los
demás.
Elementos para un perfil
funcional
Desde esta perspectiva, es más
pertinente reflexionar sobre un perfil funcional del profesor de matemáticas
frente a los desafíos del siglo XXI.
·
Inspirador de los estudiantes para que
desarrollen sus capacidades cognitivas y socioemocionales, y sientan, piensen,
actúen y hablen como lo hacen los matemáticos frente a situaciones de su
entorno y encrucijadas de sus propias ideas: situaciones de conteo, situaciones
de forma, movimiento y localización; situaciones de regularidad, equivalencia y
cambio; situaciones de incertidumbre y complejidad.
·
Enseñante y aprendiz junto con sus estudiantes
para que sus puntos de vistas distingan diferencias y semejanzas y cada quien
reconstruya su propia interpretación matemática de la realidad.
·
Proveedor de medios concretos e inventados para
impulsar la curiosidad y motivación de
los estudiantes que les abre el camino al razonamiento lógico.
Poner a prueba la curiosidad de
los estudiantes planteándoles problemas adecuados a sus conocimientos, y
ayudarlos a resolverlos por medio de preguntas estimulantes, podrá despertarles
el gusto por el pensamiento independiente y proporcionarles ciertos recursos
para ello. (Polya, 1944)
|
·
Aprovechar las potencialidades de las TIC para crear
nuevos escenarios que simulan la realidad para impulsar en los estudiantes el
desarrollo de su pensamiento matemático.
·
Investigador del pensamiento matemático en la
diversidad de culturas de nuestro país, que con sus obras arquitectónicas, de
ingeniería, textiles y artes aún están presentes gracias a la herencia
sociocultural que se transmite de generación a generación y que hoy son la
admiración del mundo y fuente para las innovaciones.
·
Impulsor de las competencias comunicativas
propias y de los estudiantes porque el lenguaje, simbólico y verbal, es la
concreción fáctica del pensamiento matemático. Es muy habitual creer que se
puede “saber” matemática y no necesariamente saber comunicarla (hablarla,
escribirla y leerla) No se puede dar el aprendizaje sin capacidades
comunicativas. La matemática también tiene una dimensión comunicativa, cuyo
lenguaje es bastante específico, preciso y riguroso.
Referencias
Alfaro, M., Gamboa, A., Jiménez,
S., Martín, J., Ramírez, A. y Vargas, M-C. (2008). Construcción del perfil
profesional docente de sétimo año: Respuesta a una necesidad actual. Revista
Electrónica Educare, 12(2), 31-45. Recuperado de: http://www.revistas.una.ac.cr/index.php/EDUCARE/article/view/1433
Bozu, Z. (septiembre, 2007) El
perfil de las competencias profesionales del profesorado de la ESO. PREAL.
Recuperado de:
http://www.oei.es/docentes/articulos/perfil_competencias_profesionales_profesorado_eso-bozu.pdf.
Hernández, A. (2004). Capítulo V
Perfil Profesional. Pedagogía Universitaria, 9(2), 69-98.
Hawes, G. y Corvalán, O. (2005).
Construcción de un perfil profesional (Proyecto Mecesup Tal 0101). Chile:
Instituto de Investigación y Desarrollo Educacional. Universidad de Talca. Recuperado de:
http://www.iide.cl/medios/iide/publicaciones/revistas/Construccion_de_un_Perfil_Profesional.pdf
Kemmis, S. (1998). El currículum:
Más allá de la teoría de la reproducción. Madrid: Morata.
Rodríguez, M. E. (2010). El
perfil del docente de Matemática: Visión desde la triada matemática
cotidianidad y pedagogía integral. Revista Electrónica Actualidades
Investigativas en Educación, 10(3), 1-19. Recuperado de http://revista.inie.ucr.ac.cr/ediciones/controlador/Article/accion/show/articulo/el-perfil-del-docente-de-matematica-vision-desde-latriada-matematica-cotidianidad-y-pedagogia-integral.html