martes, 15 de diciembre de 2020

PERU PANDEMIA COVID-19. ¿POR QUÉ PEDIMOS A GRITOS QUE HAYA SEGUNDA OLA?

 Por Daniel Quineche Meza

15/12/2020.

En principio, como todavía no llegan las vacunas y no hay tratamiento seguro confirmado, debemos mantener las medidas de prevención (lavado de manos, uso de tapa boca, distanciamiento físico) En los países nórdicos ha ocurrido la segunda ola porque ha habido incumplimiento de las normas de prevención. No tiene necesariamente que ocurrir lo mismo en nuestro país si no bajamos la guardia. Recuperemos el auténtico valor de la Navidad (valor de la familia) y del fin de año (autoevaluación para ser mejores) Que nuestro hábito capitalista por el consumismo no nos lleve a enfermarnos y menos a la muerte. No seamos uno más en las estadísticas de la pandemia. Demos una mirada a las mismas hasta el 13/12/2020.





viernes, 4 de diciembre de 2020

PERÚ-REGIONES-PANDEMIA COVID-19. ¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN LAS REGIONES?

 Por Daniel Quineche Meza

04 de diciembre de 2020.

Comparando las cifras de variación de la mortandad mensual en cada región, entre los meses de septiembre, octubre y noviembre, se observa un descenso significativo en todas ellas. Ayacucho, Cusco, Puno, Huancavelica y Loreto son las regiones que muestran las cifras más bajas. Tumbes, Lima metropolitana, Callao y Lambayeque aún tienen cifras un poco altas. Pero, todas tienen una mortandad de menor a 7,0. En septiembre las regiones de Moquegua, Tacna y Lima metropolitana se acercaban a los 20 puntos de mortandad. Esta comparación también nos lleva a advertir que en las regiones de Tumbes, Ucayali, Amazonas, Piura y Pasco ha habido un pequeño repunte en el mes de noviembre; por lo que es en ellas donde se deben focalizar las campañas de prevención. En general, si bien estas cifras no llenan de esperanza que pronto la pandemia pasará a ser un mal recuerdo, para que ello sea realidad debemos seguir cumpliendo estrictamente con las medidas de prevención (lavado de manos, uso de tapa boca y distanciamiento físico).



jueves, 3 de diciembre de 2020

PERÚ PANDEMIA COVID-19. ¿CÓMO VAMOS AL 30/11/2020?

 Por Daniel Quineche Meza

3 de diciembre de 2020.

En un contexto de grave crisis de salud pública y económica, la crisis política no se hizo esperar y en una semana el país se puso a punto del récord Guinness con 3 presidentes en una semana. Los jóvenes tomaron las calles y con sucesivas marchas obligaron a la mal llamada “clase política” a escucharlos y reestablecieron el orden constitucional. En este escenario, la pandemia parece que también se intimidó y siguió disminuyendo su acción letal. Así lo señalan las cifras de contagiados (gráfico 1), de enfermos covid-19 (gráfico 2), fallecidos (gráfico 3) y positividad (gráfico 4). Mal que bien estamos siendo bastantes disciplinados para cumplir con las normas de prevención (lavado de manos, uso de tapa boca y distanciamiento físico). El deseo de salir airosos de este mal parece que se acorta pues ya hay noticias positivas sobre las vacunas. En unas semanas más, en forma gradual, empezando por la población más vulnerable, comenzará la vacunación. Por supuesto, que habrá quiénes no querrán vacunarse, sus motivos tendrán.










viernes, 27 de noviembre de 2020

¿CÓMO DESARROLLAR COMPETENCIAS DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN UNA EDUCACIÓN A DISTANCIA?*

 Por Daniel Quineche Meza

30/10/2020

Hasta el momento estamos haciendo el esfuerzo de comprender el cambio de orientación de la enseñanza y aprendizaje de la ciencia, que el nuevo currículo hace suyo, y sus implicancias en el cambio de la práctica pedagógica.

Ahora nuestro esfuerzo se centra en comprender los cambios planteados para la práctica pedagógica de la enseñanza de la ciencia.

Desde esta perspectiva, analicemos luego sus posibilidades de llevarlos a la práctica en un escenario a distancia.

LA FORMACIÓN BASADA EN EL DESARROLLO DE LA COMPETENCIA CIENTÍFICA EN PRIMARIA.

Una nueva meta

El enfoque de formación basada en competencias, en el área curricular de Ciencia y Tecnología nos plantea como meta que los estudiantes tengan una actuación competente a la hora de participar como ciudadanos en la toma de decisiones sobre asuntos donde interviene la ciencia y la tecnología. Esto implica una nueva alfabetización que se conoce hoy como alfabetización científica y tecnológica.

¿Qué significa ser competente?

Los estudiantes mostrarán una actuación competente cuando sean capaces de responder a situaciones nuevas de manera eficaz, gestionando su potencial de saberes y poniendo en práctica sus capacidades, siendo conscientes de las implicancias de su actuación.

¿Qué implica ser científicamente competente?

La puesta en práctica de la competencia científica del estudiante conlleva necesariamente el conocimiento y comprensión de los rasgos propios de la ciencia, entendida como una manera muy especial para adquirir conocimientos (esto es, el conocimiento acerca de la ciencia), el uso de uso funcional de los conocimientos científicos para identificar cuestiones, adquirir nuevos conocimientos, explicar fenómenos científicos y extraer conclusiones basadas en pruebas sobre temas relacionados con las ciencias (es decir, el conocimiento de las ciencias), y la toma de conciencia de las formas en que la ciencia y la tecnología moldean nuestro entorno material, intelectual y cultural, así como la disposición a implicarse en asuntos relacionados con la ciencia y la tecnología, comprometiéndose con sus ideas en tanto un ciudadano reflexivo (actitudes hacia la ciencia y tecnología)

Toda actuación implica necesariamente a la mente (pensamiento), las manos (mente-mano) y el corazón (sentimientos).

LA NECESIDAD DE UN NUEVO MODELO: EL TRABAJO DE LOS CIENTÍFICOS

¿Cuál es la imagen que tenemos de un científico?

¿Cómo actúan los hombres de ciencia?

¿Qué hay de diferente en la actuación de los científicos?

Para unos el científico es un varón vestido con bata blanca y con anteojos que en un laboratorio manipula varios instrumentos, microscopios, tubos de ensayo, y manifiesta asombro por lo que está sucediendo.

En los albores de la ciencia moderna el trabajo del científico era un trabajo en soledad; por lo que el trabajo era especializado (lo que dio lugar a las disciplinas). Hoy ese trabajo es colectivo, en redes; y da lugar a lo que se suele llamar trabajo interdisciplinar y más, transdisciplinar, en suma, holístico.

Durante su trabajo, ¿de qué hablan los científicos? Acaso hablan de cómo plantear el problema, de formular hipótesis, de cómo comprobarlas, etc.

Isaac Newton es un personaje fundamental de la ciencia moderna. Sus observaciones y lecturas lo alejaron de la especulación y lo llevaron a un mundo de pensamiento totalmente nuevo. Así, escribió las “Cuestiones” donde describe con precisión el tono siempre interrogador.

Newton e interesó especialmente en los fenómenos físicos o mecánicos. 

La luz no puede producirse por presión, ya que entonces veríamos por la noche tan bien o mejor que durante el día. Veríamos una luz brillante por encima de nosotros porque somos presionados hacia abajo […] No podría haber refracción ya que la misma materia no puede ejercer presión en dos direcciones. Un pequeño cuerpo interpuesto no nos impediría ver. La presión no arrojaría sombras tan definidas. El Sol no podría ser eclipsado. La Luna y los planetas brillaría como soles. Un hombre que anduviese o corriese vería en la noche. Cuando un fuego o una vela se apagase y al mirar en otra dirección, veríamos una luz.

Cada uno de estos enunciados era un experimento implícito. La observación de un fenómeno crítico que debería aparecer si la teoría fuese cierta.

Cuando Newton estudió las teorías de los colores, procedió de la misma manera.

La esencia del procedimiento experimental reside en las preguntas que se plantean sobre las consecuencias que derivarse de una teoría (más adelante se le conocerá como “hipótesis”)

¿Qué es lo más característico?

La actuación de un científico no se reduce a sus acciones físicas en el laboratorio con una bata blanca o en la realidad y con instrumentos de observación y medición. Lo que caracteriza a un científico es su manera de pensar, de razonar. Esta racionalidad científica corresponde a operaciones cognitivas espontáneos que están muy relacionadas con lo que se llama racionalidad mejorante (Puche, 2005) La racionalidad mejorante está conformada por cinco herramientas cognitivas fundamentales: clasificación, experimentación, formulación de hipótesis, planificación y anticipación.

  • Clasificación, clase, categorización, criterios. La operación de clasificar se define como un sistema que establece criterios de diferenciación y semejanzas, y con base en estos criterios se produce a la agrupación o sistematización de objetos. Se trata de una operación fundamental del pensamiento científico, una competencia básica para todas las formas de sistematización de la información. 
  • Experimentación. Es un conjunto de procedimientos sistemáticos que se realizan para verificar o comprobar un camino o una idea de plano de los hechos.
  • Formulación de hipótesis. Las preguntas, conjeturas, dudas y / o alternativas que el estudiante se formula sobre la realidad, se consideran como hipótesis. Aparecen ligadas a la experimentación.
  • Planificación. Ésta es definida como la capacidad del niño de establecer un orden y una secuencia en las acciones, de cara a conseguir un fin.
  • Anticipación. Se trata de la utilización y manejo de la inferencia para la situación de problemas. Se entiende por inferencia como el ejercicio de la imaginación para “ver” más allá de los hechos del presente. Imaginar lo que puede suceder o lo que ya sucedió.

La aparición del pensamiento científico, referido a la racionalidad mejorante, se puede evidenciar en los niños entre los dos y cinco años.

Los procesos cognitivos que ponen en juego los científicos son los mismos que usamos todos en nuestra vida cotidiana. Este el fundamento de la corriente epistemológica actual denominada “teoría cognitiva de la ciencia” (Giere, 1992)

Pero, por qué no seguimos pensando como los científicos. Existe consenso de que la educación que hemos recibido nos ha ido inhabilitando al privilegiar sólo la memoria o la actuación mecánica.

¿CÓMO CAMBIAR LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA ORIENTADA A IMPULSAR EL DESARROLLO DE LA COMPETENCIA CIENTÍFICA?

La respuesta al cómo implica cambios en la actuación del maestro y de los estudiantes.

Los profesores tienen un papel clave en el cambio hacia esta nueva práctica docente.

¿En qué medida los maestros pueden pasar de un modelo de enseñanza centrado en ellos a uno centrado en la indagación práctica por parte del estudiante?

Los maestros tenemos que dar el salto hacia el cambio

  •         Primero, recuperar nuestra capacidad de pensar y actuar como los científicos.
  •         Segundo, aprender a impulsar el desarrollo de la racionalidad científica de los estudiantes.

Los estudiantes, por consiguiente, también que cambiar sus rutinas habituales para aprender.

¿Cuáles son esos cambios?

Antes

Durante el siglo XX hubo un predominio de la enseñanza y el protagonismo era del maestro. Por ello, las ciencias de la educación y en particular la didáctica, se preocupó de dotar de las herramientas adecuadas para que el maestro cumpliera con su rol de la manera más eficaz posible.

Durante su formación, el maestro aprendió a usar métodos y técnicas para motivar a los estudiantes, desarrollar los contenidos de las materias que debía enseñar según el plan de estudio y evaluar sus aprendizajes. Los métodos y técnicas didácticas servían para que el maestro con su actuación facilitara la asimilación, captación y retención, de las lecciones por los estudiantes.

Los métodos señalaban los pasos que debería seguir y las técnicas, por su parte, indicaban lo que tenía que hacer en cada paso. Expresiones como: de lo más cercano a lo lejano, de lo más sencillo a lo complejo, de la práctica a la teoría (inductivo) o de la teoría a la práctica (deductivo), de lo subjetivo a lo objetivo, graficaban la direccionalidad de las acciones del maestro.

Ahora

A fines del siglo XX, con los avances en la psicología del aprendizaje y en otros campos de la cultura como las propias ciencias naturales y sociales y la epistemología, se llega al convencimiento de que el actor protagónico en la educación, en los procesos de enseñanza y aprendizaje, es el estudiante. Por consiguiente, resulta necesario poner mayor énfasis en el aprendizaje que en la enseñanza, pensar más en lo que debe hacer el estudiante para aprender y no en lo que el maestro debería hacer para enseñar.

Este cambio, algunos le llaman cambio paradigmático en la educación, obliga a replantear los métodos y técnicas de la didáctica, ahora considerada tradicional, y se adopta el concepto de estrategia (concepto muy usado en el campo militar y empresarial)

¿Qué se entiende por estrategia?

La estrategia se concibe como el conjunto de actividades que llevan al logro de una meta. Así, en el campo de la educación, de la pedagogía, la estrategia sería una estrategia de aprendizaje, concebida como el conjunto de actividades que realizan los estudiantes para conseguir una determinada meta de aprendizaje. Esto implica que lo que hacen los estudiantes para aprender depende fundamentalmente de lo que ellos quieren aprender.

Desde esta perspectiva, el rol del maestro cambia. Se trata de cómo motivar y sobre todo comprometer a los estudiantes para que aprendan lo que socialmente nos parece importante para el desarrollo personal, social y cultural. Más allá de la circunstancia escolar, los maestros debemos propiciar que los estudiantes desarrollen su propio proyecto de vida y coadyuven en la construcción del proyecto de sociedad que aspiramos.

¿Cómo hacerlo? Destaquemos los principales:

  •  Planteamiento de metas claras de aprendizaje
  • Diseño de sesiones de aprendizaje
  • Impulso de la evaluación formativa
  •  Socialización de lo aprendido y evaluación de los logros de aprendizaje.

  El planteamiento de la meta de aprendizaje 

Todo aprendizaje, para que sea significativo, debe realizarse en un contexto que dé sentido y articule las actividades de los estudiantes.

Ahora el maestro tiene que plantear con claridad la meta de aprendizaje a los estudiantes. Esta meta se desprende de los logros de aprendizaje que el sistema educativo ha previsto y que están propuestos en los programas curriculares. Pero, a la vez, tiene que relacionarse con el contexto donde los estudiantes viven.

Los estudiantes deben conocer esta meta desde el inicio. Más aún, es necesario que dicha meta sea el resultado de la negociación del maestro con los estudiantes; pues de esta manera los estudiantes la entienden y se comprometen a alcanzarla.

Si los estudiantes aprenden a estudiar abriendo ventanas a la realidad podrán resolver problemas y serán capaces de cambiar el mundo que lo rodea ya que no se acostumbrarán a las certezas sino a los cambios de ida y vuelta entre el conocimiento científico y el conocimiento cotidiano o empírico. 

La estrategia central para la enseñanza de las ciencias es la indagación para responder a preguntas auténticas generadas de las vivencias de los estudiantes.

En educación en ciencia, una manera de plantear las metas de aprendizaje es mediante cuestiones que provoca determinada situación de la vida cotidiana y que se identifica como científica. Esta situación no es otra cosa que la delimitación de un escenario donde ocurren determinados hechos o fenómenos que se identifican como objetos de estudio de la ciencia.

Nuestras observaciones del mundo nos generan ideas que, expresadas con palabras, constituyen un cierto saber sobre los hechos y fenómenos del mundo. Esas ideas se refieren a descripciones de lo observado o son nuestras explicaciones iniciales a los fenómenos cuando tratamos de responder a la pregunta ¿por qué ocurren? o ¿se repetirán, volverán a ocurrir? (teoría inicial).

Cuando se ha aprendido a leer, también pueden ser sometidas a interrogación las sentencias que leemos en los libros que contienen ese saber.

Nuestra actitud crítica lleva a preguntarse o poner en cuestión lo que se sabe sobre los hechos y fenómenos del mundo y las respuestas que se derivan son enunciados que contienen un experimento implícito, la observación de un fenómeno crítico si la teoría al respecto fuera cierta. (hipótesis empírica)

Comenzar una situación de aprendizaje con una pregunta asociada a un acontecimiento físico o socioeconómico y cultural de la realidad cotidiana capta mucho el interés de los estudiantes.

La escuela ha de potenciar las situaciones de los aprendizajes en un doble sentido: favoreciendo la respuesta a las necesidades derivadas de la interacción individuo-sociedad (contribuyendo de este modo a la socialización de los alumnos), y al mismo tiempo, poniendo de relieve la aplicabilidad de los aprendizajes dentro y fuera de la situación escolar

Las estrategias de enseñanza que comprometen al estudiante activamente en el proceso de aprendizaje a través de investigaciones científicas incrementan la comprensión conceptual mejor que las estrategias que se basan en técnicas pasivas, lo que es a menudo necesario en las actuales evaluaciones estandarizadas del ambiente educativo actual (Minner, Levy & Century, 2010, 474).

El Diseño y gestión de las sesiones de aprendizaje

Luego, el maestro tiene que dejar de pensar en la clase donde impartía una lección y dar paso al diseño de sesiones de aprendizaje, más aún, a la creación de situaciones de aprendizaje más concretas; es decir, pensar en proponer un conjunto de actividades que tienen que hacer los estudiantes para lograr la meta de aprendizaje trazada, las que luego, también, tienen que ser negociadas con los propios estudiantes para que se adecuen a sus intereses y capacidades. Este es un paso importante para que los estudiantes se comprometan, se involucren en la realización de las actividades que les son útiles para aprender.

En la realización de las actividades de aprendizaje pierde peso la idea de que el aula está conformada por estudiantes-individuos, de que al aprendizaje es sólo un fenómeno propio de cada sujeto. Más bien, ahora se entiende que el aprendizaje es fundamentalmente social y psicológico, es el resultado de un trabajo colectivo, de la interacción colectivo-individuo.

Toda pregunta exige una respuesta. Al inicio, los estudiantes responderán con lo que saben al respecto (conocimientos previos).

Para comprobar si la respuesta es válida sólo queda buscar nueva información sobre el asunto problema. Para ello, los estudiantes llevan a cabo un conjunto de actividades de indagación tomando datos de la propia realidad al observarla con mayor rigurosidad, de la realidad inventada (experimentos o simulaciones), de lecturas de los aportes en libros de ciencia, de la visualización de videos, de Internet, de conversaciones con personas adultas con mayor experiencia, etc.

Luego, se espera que con la nueva información que extraigan mediante la realización de tales actividades, los estudiantes ofrecerán nuevas respuestas (teoría nueva). La socialización y debate de las respuestas llevará a si se acepta como válida la nueva teoría y se deja de lado la teoría inicial o si todavía se tiene dudas. Esta es la manera de como los estudiantes se darán cuenta si sus ideas se aproximan más a la de la ciencia.

Durante el proceso de indagación es muy bueno que los estudiantes hablen haciendo un enlace con las experiencias previas y lo que están haciendo en el aula. Luego, pueden incrementar su información leyendo un texto escrito o visualizando vídeos o conversando con personas de mayor experiencia. Para terminar en la redacción preferentemente en papel, ya que implícitamente desarrolla otras habilidades, sobre sus hallazgos, su punto de vista, sus dudas, sus conclusiones, etc.

Al hablar y escribir el estudiante ordena sus ideas, piensa en formular oraciones, párrafos con sentido y enlazados de tal forma que permitan responder a la pregunta-problema. Esto conlleva una gradual madurez conceptual y debe ser enseñado de a poco ya que no siempre los estudiantes llegan al primer grado del Ciclo III con las mencionadas habilidades por muchas razones.

Uno de los puntos clave en la escritura es la redacción de las conclusiones. Es necesario enseñar a construirlas desde las más simples a las más complejas. No es un ejercicio en el que se obtengan resultados inmediatos, sino que es necesario guiar al estudiante desde su forma de aprender y asociar. Un juego que ayuda mucho es trabajar con pequeñas situaciones cotidianas de causa y efecto para luego aplicarlo a los contenidos académicos. (Inetti, 2017)

Durante este proceso, el maestro se convierte en un orientador, un consejero, que asiste con preguntas dirigidas a que los estudiantes piensen como hacer mejor lo que tienen que hacer o están haciendo e incluso lo que harán más adelante, ¿qué recursos o materiales necesitan?, ¿si falta alguno, como pueden reemplazarlo?, ¿saben usarlo, lo han hecho antes? ¿qué les parece si hacemos un ensayo previo?, etc.

El impulso de la evaluación formativa

El hecho de que los estudiantes conozcan la meta de aprendizaje desde el inicio de su participación en la situación de aprendizaje les permite ir evaluando sus avances de aprendizaje a medida que van llevando a cabo las actividades en las que están involucrados. Es lo que se conoce como “evaluación formativa”. Como este proceder de los estudiantes no es automático, es el maestro quien debe inducirlo durante el proceso planteando preguntas que lleven a reflexionar a los estudiantes sobre lo que están haciendo, ¿lo están haciendo bien?, ¿están logrando lo que esperaban lograr?, ¿lo pueden hacer mejor? ¿qué hay que mejorar para lograr lo que esperaban?, ¿qué hicieron y para qué?, ¿qué harán luego y para qué?, etc.

Socialización de lo aprendido y evaluación de los logros de aprendizaje.

Al término de todo el proceso, el maestro convoca a todos los estudiantes para que compartan los resultados de las actividades realizadas por cada uno de los equipos y los evalúen desde la perspectiva de la meta de aprendizaje trazada al inicio ¿Lo logramos?, ¿qué fue lo importante que aprendimos para ese logro? ¿Qué tan cerca estuvimos de lograrlo?, ¿qué nos faltó o en qué fallamos? La idea que debe primar en esta reunión es consensuar los resultados y valorarlos en tanto se aproximan a la meta de aprendizaje propuesta para esta situación. También es importante poner en relieve lo que todavía no se ha logrado y que queda pendiente para incluirlo en las siguientes situaciones de aprendizaje donde participarán.

LAS POSIBILIDADES DEL CAMBIO DE PRÁCTICA PEDAGÓGICA EN LA EDUCACIÒN A DISTANCIA

Todo esto es factible de llevarlo a cabo en la educación presencial. Pero, en la nueva “normalidad” es necesario analizar las posibilidades de hacer este proceso en la educación a distancia.  

Estrategia

Educación presencial

Educación a distancia

Portal web educativo

Planteamiento de la meta de aprendizaje

SI

SI

Gestión de las sesiones de aprendizaje

 

 

·      Actividades de observación directa (Registro de datos)

SI

SI (condiciones)

·      Actividades de observación indirecta o experimentales (Registro de datos)

SI

SI (simuladores)

·      Actividades de visualización de videos (registro de ideas)

SI

SI

·      Actividades de lectura (registro de ideas)

SI

SI

·      Actividades de diálogo con la comunidad (registro de ideas)

SI

SI (condiciones)

·       Actividades de construcción de respuestas (conclusiones)

SI

SI (condiciones)

Impulso de la evaluación formativa (acompañamiento)

SI

Sesiones interactivas

SI

Socialización de lo aprendido y evaluación de logros de aprendizaje

SI

SI

* Propuesta presentada a los maestros de educación primaria de la UGEL 05, de Lima Metropolitana, en el Webinar ¿Cómo desarrollar competencias de ciencia y tecnología en una educación a distancia? Evento realizado los días 30 de octubre y 6 de noviembre de 2020.


 

WALTER PEÑALOZA UN DOCENTE INNOVADOR*

 Por Daniel Quineche Meza

25 de noviembre de 2020.

No cabe duda de que hay muchas maneras para analizar la obra de un ilustre peruano; y a partir de ella, situándonos ante los retos de los tiempos actuales, valorar sus aportes más trascendentes para la educación en nuestro país.

Walter Peñaloza, filósofo de profesión, no fue solo un contemplador del mundo en que vivía, sino sobre todo fue un actor, activo, forjador de cambios en varios escenarios de la educación nacional.

Si hablamos de cambios es porque entendemos que la vida es eso fundamentalmente cambios, transformaciones, que pueden ser progresivos o por saltos radicales, cuyo sentido puede ser de la sociedad a los individuos o de los individuos a la sociedad o de la interacción individuo-sociedad. En uno u otro caso, Peñaloza como individuo fue un actor de cambio en un escenario que cambia permanentemente.

Peñaloza se formó en medio de dos grandes guerras mundiales y actuó profesionalmente en la etapa de la postguerra, en tiempos de la guerra fría y su término, y del surgimiento del neoliberalismo, la globalización y la sociedad de la información.

Durante la postguerra, los militares triunfadores tomaron la posta para la reconstrucción de los países en crisis a consecuencias de tantos años de guerrear. Así, en nuestro país un grupo de militares decidieron participar en política asumiendo un rol protagónico en la conducción de la sociedad, valiéndose de los golpes de Estado. Lo hicieron, el comandante Manuel Odría, en 1948; el general Ricardo Pérez Godoy, en 1962; y el general Juan Velazco, en 1968.

El móvil de esta intervención fue propiciar el cambio de la sociedad aristocrática a una sociedad moderna, una sociedad industrial, neutralizando así la creciente agitación social, principalmente de campesinos, canalizada por sectores de izquierda.

Una condición para el logro de este objetivo político fue hacer también una gran intervención en la educación. La mayoría de la población era analfabeta y/o con primaria. Sólo una minoría gozaba de la educación secundaria y de la formación universitaria. Debido a ello, la alfabetización, el fortalecimiento de la educación primaria y sobre todo la expansión de la secundaria, antesala de la universidad, fueron un imperativo. Y, como no todos podían llegar a la universidad, y ante el crecimiento de la demanda de mano de obra calificada generado por la modernización o industrialización del país, tomó fuerza el impulso de la educación técnica a nivel de la secundaria.

Este cambio sustantivo de la educación requería de la participación del magisterio. Por ese tiempo los maestros se formaban en las denominadas escuelas normales, urbanas y rurales, regentadas por el Ministerio de Educación. Esta dependencia del poder político se reflejaba en el control político de las escuelas normales y en la consiguiente orientación política de los maestros. Los maestros, además, se diferenciaban en maestros primarios, secundarios y técnicos.

En este contexto de cambio, Peñaloza despliega todas sus inquietudes y genera sus propios puntos de vista, muchos de los cuales han trascendido lo circunstancial.

Las iniciativas de cambio de Peñaloza se dan tanto en las aulas, ejerciendo la docencia en la educación secundaria y en la universidad, en la gestión de un centro formador de maestros, La Cantuta, el centro de formación magisterial por excelencia en su tiempo, y en la reforma educativa del país de los años setenta.

En la presente conferencia se trata de analizar a Peñaloza como docente innovador, ejercicio realizado en la década del 40’. El propósito es poner en relieve el surgimiento de sus ideas fuerza que van a conformar, más adelante, la esencia de su propuesta pedagógica, la cual sigue trascendiendo aún en contextos que van cambiando permanentemente como en la actualidad que está marcado no sólo por la llamada “Sociedad de la información” y el cambio climático, sino por el creciente riesgo, la incertidumbre y la desconfianza.

PEÑALOZA DOCENTE INNOVADOR EN SECUNDARIA

La carrera docente de Peñaloza se inicia en 1940 en la Secundaria del Colegio Anglo Peruano, donde enseña las asignaturas de Castellano. Por ese tiempo la enseñanza del Castellano estaba centrada en la Gramática.

Allí observa un comportamiento de los estudiantes diferente a lo esperado, pues, se esperaba que la aprendieran sin mayores dificultades (Este era el supuesto teórico). Los estudiantes se aburrían y la detestaban. ¿Cuál sería el problema? La forma de enseñar la asignatura de Gramática; ésta no sería apropiada para favorecer el aprendizaje de los estudiantes. ¿Qué hacer, entonces? Enseñarla de otra manera; así los estudiantes se interesarían y aprenderían gramática (propuesta empírica o hipótesis)

La nueva experiencia: ¿Cómo enseñarla de una manera distinta, que no produjera el aburrimiento y la antipatía de los estudiantes? Procedió a la enseñanza de la Gramática con explicaciones sencillas y dando muchos ejemplos. Luego promovió una ejercitación intensa por parte de los estudiantes; ésta consistía en que los estudiantes reconocían estructuras gramaticales en un texto que leían o hallaban expresiones que se acomodaran a una estructura dada, como quién busca unas fórmulas en donde tal cosa funcionaba.

El Resultado: Los estudiantes se convirtieron en expertos analistas de las estructuras del idioma, siendo capaces de desentrañar hasta las formas más complejas.

Conclusiones de la experiencia: La Gramática no se puede enseñar como un curso informativo, en que se expliquen determinados conceptos, se pongan algunos ejemplos y luego se espere que los estudiantes hayan comprendido y retengan lo expuesto. Sería como intentar aprender el manejo de un automóvil de manera teórica. Se puede explicar cómo se hace y la secuencia de movimientos y su porqué. Los estudiantes pueden recordar, todo o poco, y hasta pueden confundir las secuencias, pero la habilidad de manejar realmente el vehículo no la lograrán. Por analogía, la habilidad de analizar, de encontrar las estructuras gramaticales sólo se alcanza a través de la ejercitación constante, no por medio de explicaciones.

Sin embargo, surgió una nueva dificultad: Cuando a los estudiantes se les propuso hacer una composición escrita, los perfectos analistas del idioma fueron incapaces de redactar cuatro líneas seguidas y quedaban como paralizados mirando su hoja de papel que quedaba prácticamente en blanco. Además, las cuatro líneas escritas mostraban incoherencia y errores de diversa índole.

Por consiguiente, se puso en tela de juicio el supuesto teórico de que la gramática sirve para que los estudiantes aprendan a expresarse bien. La gramática no sirve para este propósito. Con la gramática los estudiantes no mejoran ni su lectura, ni su redacción, ni su elocución oral. ¿Qué sentido tiene que sepan distinguir los casos o los tipos de sustantivos, o las especies de oraciones, si no logran movilizar todo ello para expresarse bien y con fluidez? Si se quiere lograr el dominio del lenguaje no se puede perder el tiempo en la ejercitación gramatical. Es necesario siempre la ejercitación, mas no en el análisis de las formas gramaticales, sino en el uso mismo de la lengua. Otra vez, ¿qué hacer?

Se propuso una nueva experiencia: El curso de Lengua Castellana dejó de centrarse en la gramática. Las tres cuartas partes del tiempo se destinaron a la lectura en clase, a la elocución oral y a la composición escrita. Sólo en una cuarta parte se trataron las nociones gramaticales, aunque siempre en la forma de ejercicios. El trabajo se completaba con un plan de lectura en casa, según el cual cada estudiante debía leer en el año diez obras originales de la literatura universal y peruana, elegidas de una lista mayor, que se presentaba las obras de manera graduada según el año de estudios.

Los resultados: Los estudiantes aprendieron a hablar a viva voz sobre un tema que se les planteaba de súbito. Aprendieron a redactar con soltura e imaginación y a la vez correctamente. Aprendieron a sumergirse en los mundos creados y a la vez profundamente reales de tantas obras leídas. Este aprendizaje les permitió desenvolverse a gusto en los cursos posteriores de Literatura.

La conclusión: El arte de hablar y escribir bien existe y los niños y jóvenes lo pueden aprender. Para ello hay que trabajar arduamente para lograr que dominen ese arte, lo cual implica prescindir, casi totalmente, de la Gramática.

Por otro lado, también se puso en relieve que existen diferentes tipos de normas para una misma lengua y los estudiantes deben saber que no debe discriminarse a los seres humanos por usar normas distintas. Sin embargo, esto no significa la adopción del relativismo radical que sostiene que cualquier modo de hablar es aceptable sólo bajo la condición de que podamos entenderlo.

La difusión de la experiencia: En 1944 se publicaron los resultados de esta experiencia en la revista Nueva educación.

¿Cuál fue su impacto de esta experiencia? Poco después los programas oficiales de Castellano fueron modificados, al parecer, siguiendo los lineamientos que se habían ensayado y probado en el Colegio Anglo Peruano. Pero, ello no fue así. El origen del cambio fue por acción de José María Arguedas, quien, sin conocimiento de esta experiencia, influenció en el ministro de educación Pedro Oliveira (Ministro de Educación de Manuel Prado en el periodo 1939-1943) para que los programas de Castellano fueran totalmente renovados.

¿Qué pasó con este cambio? A contracorriente actuaron el Ministerio de Educación y los propios docentes:

  • El “mundo pedagógico” de la rutina del Ministerio de Educación (especialmente de los jurados ministeriales). Para ellos era más importante el conocimiento de la gramática a que el estudiante redactara con fluidez o que hubiera leído realmente a Cervantes o a Ricardo Palma.
  • Los docentes de los colegios. Ni entendían ni aplicaban los nuevos programas de Castellano, ni querían saber de ellos pues se aferraban a sus conocidas lecciones de gramática.

Las ideas fuerzas que brotaron de esta experiencia fueron:

  •          La educación, particularmente la enseñanza, tiene sentido si aporta al aprendizaje de los estudiantes.
  •          Los estudiantes han aprendido cuando son capaces de responder a las exigencias de la vida, como es el caso de la comunicación con su entorno social.
  •          Los cambios en la educación son producto de la reflexión crítica de la práctica docente en el aula y de una actitud favorable a la innovación.

PEÑALOZA DOCENTE INNOVADOR EN LA UNIVERSIDAD

La experiencia en San Marcos

En 1945, habiendo obtenido el Bachillerato (o Licenciatura) en la UNMSM, fue incorporado a la docencia universitaria donde se le encargó el primer curso de griego. Al año siguiente, la Facultad de letras le encargó el curso de Lógica, ubicada en el primer año de estudios, siendo un curso del Colegio Universitario, de reciente creación como ciclo previo a los estudios profesionales.

Allí observó los siguientes problemas: Los cursos de este ciclo tenían una alta matrícula de estudiantes lo que, por un lado, obligaba a que primaran las clases magistrales, y, por otro, llevaba a la improvisación de profesores; generalmente se contrataban profesores de secundaria, quiénes hacían lo que sabían hacer, resultando, réplicas de los cursos de la secundaria. Si a ello, se agrega que estos cursos se ubican en un ciclo previo a los estudios profesionales, el Colegio Universitario no fue bienvenido por los estudiantes.

En este contexto adverso, propuso la reorientación del curso de Lógica, a su cargo, en dos planos: la planificación y la pedagogía del curso.

En la planificación, procedió a la entrega de un syllabus (datos del curso, programa, calendario de actividades, prácticas y exámenes) a cada estudiante al inicio de las clases. Sus razones:

  •        Los estudiantes deben saber desde el inicio lo que se ha de requerir de ellos y no ser sorprendidos con exigencias súbitas.
  •         Los estudiantes en el primer año deben ir adquiriendo cierto orden y disciplina en su trabajo como estudiante universitario.

En la pedagogía, el curso se llevaría a cabo con clases expositivas y clases prácticas. En las clases práctica, los estudiantes se organizaban en pequeños grupos a cargo de “asistentes”. La presencia de estos fue una novedad por cuanto se trataba de un curso “humanístico”.

¿Cuál fue el impacto de esta reorientación?  El syllabus fue asumido como un modelo a seguir en el Colegio Universitario.

Las ideas fuerza que brotaron de esta experiencia en la docencia universitaria fueron:

  •  La concepción y práctica de la Formación General en la universidad. La formación profesional requiere poseer una formación humanística (letras y ciencias). Esta es imprescindible si se desea que los estudiantes universitarios posean una real visión de la cultura, de su país y de su época. Por consiguiente, las asignaturas de Formación General deben tener una orientación globalizante (por ejemplo, el curso de Física debe proporcionar una imagen comprensiva del Universo) y deben estar a cargo de profesores de gran calidad, de mayor sapiencia y experiencia.
  • La Formación general no debe ofrecerse de manera horizontal previa a las carreras. El Colegio Universitario si bien puede parecerse al College estadounidense, de ninguna manera no debe ser igual. Los intereses de los estudiantes en USA y en nuestro país son distintos. En el caso nuestro, las urgencias de la vida, sobre todo socioeconómicas, presionan a la obtención de una carrera lo más pronto posible. Por ello, los estudiantes lo ven como una “pérdida de tiempo”.

La propuesta de Formación General, aunque con el nombre de “Estudios generales” sigue presente en el diseño de los currículos universitarios. Así se dispone en el Artículo 40° de la actúa Ley universitaria N° 30220, de 2013.

La experiencia en Puerto Rico

A fines de 1948, gracias a una invitación de la Universidad de Puerto Rico, se hizo cargo del Curso Básico de Filosofía.

¿Qué problema encontró? El curso estaba orientado hacia la lógica; por lo que no despertaba interés alguno en los estudiantes. Se requería más que el manejo de las estructuras lógicas. ¿Qué se planteó? Que el curso se orientara a la introducción a la filosofía. Y para despertar inquietudes, debería tocar unos pocos problemas filosóficos en profundidad y no varios problemas filosóficos porque no permite ahondar en ninguno de ellos. En ese sentido, el cuestionamiento de las ideas más comunes de los estudiantes y su tratamiento hasta cierto punto con detenimiento puede posibilitar el análisis, la reflexión y aún la ejercitación (hipótesis fáctica). Para ello, eligió la Teoría del Conocimiento por cuanto reúne esos requisitos y debe ser la orientación que se le dé al curso.

Lo que no se hizo fue tratar el problema del conocimiento a través de las diversas teorías. El estudio no podía convertirse en “el autor X dijo esto y el autor Z dijo esto otro” y que los exámenes degeneraran en un preguntar acerca de los filósofos tratados, sus afirmaciones o negaciones y su terminología. Este enfoque significa dar una aproximación de segunda mano al hecho del conocimiento e implica crear actitudes escépticas, memorísticas. En suma, alcanzar el mortal aburrimiento.

El  procedimiento innovador: Lo que sí se hizo fue abordar los hechos del conocimiento, enfrentando a los estudiantes con el conocimiento mismo. De esta manera los estudiantes se adiestraron en la reflexión y en los análisis directos y sólo al final tomaban nota de determinadas teorías. Para ello se recurrió a los hechos inmediatos, fuente única de una real actitud crítica, haciendo hincapié que el conocimiento no es una realidad extrahumana, que existe más allá de los hombres, sino que es una experiencia propia de cada uno, la que debe ser confrontada con otras experiencias afines con la finalidad de descubrir si se reduce a ellas o si es una experiencia sui géneris.

Los resultados: Los estudiantes mostraron una gran disposición para aceptar este tipo de estudio y admitieron la necesidad de reflexionar sobre sí mismo y sobre los asertos de las ciencias. Se inquietaron por los problemas epistemológicos planteados, que afectaban tan vivamente sus creencias espontáneas y sus naturales aptitudes cientificistas.

Aprendieron, dentro de una sólida posición reflexiva, a encarar críticamente las pretensiones de las ciencias al conocimiento. Participaron siempre con vehemencia y con agudeza en las discusiones que se suscitaban en cada momento.

Esta respuesta no fue ocasional, sino que se repitió en todos los cursos en el periodo 1948-1951.

Las ideas resultantes de esta experiencia académica se han plasmado en el libro “Estudio acerca del conocimiento” (Lima, 1955) Al respecto, esta es una obra que hay necesidad de rescatar. La búsqueda en Google sólo permite acceder algunos párrafos dispersos. Pero, allí, se menciona que existe un texto completo (consta de 210 páginas) digitalizado en la Universidad de Texas (2008).

Esta experiencia tuvo un efecto colateral: la reflexión sobre la secundaria, particularmente sobre la pertinencia de la inclusión de un curso de Filosofía. Llegó a la conclusión de que es falso que un curso de Filosofía en Secundaria enseña a pensar y hace madurar la capacidad de reflexión de los jóvenes. En algunos casos, puede darse, pero en función de un profesor con suficiente tacto filosófico; lo cual no es lo más común. En los demás, lo que se logra es desviar o paralizar la capacidad de reflexión de los adolescentes y perturbar el natural proceso de su maduración.

Por consiguiente, hay procesos de desarrollo en los jóvenes que es mejor no interferir con el currículo, si es que tal intervención va a resultar tóxica por la mala calidad de los profesores. Por lo que considera que son ilusas las intenciones de los planificadores del currículo al incluir contenidos novedosos bajo la creencia de que la ejecución de esos planes de estudio va a resultar buena sólo porque los planes son buenos.

Un estudio comparativo entre la secundaria en los Estados Unidos con nuestro país lo llevó a la conclusión de que resultaba falso que la secundaria preparase para la vida y los estudios superiores, aunque la ley así lo afirmase. Era una secundaria que no produce lo deseable, resulta frustánea.

La idea fuerza que brotó de esta experiencia consiste en que los propósitos, la preparación para la vida y preparación para los estudios superiores, deben separarse. La secundaria realmente debe preparar para la vida. Y, debería crearse un ciclo posterior a la secundaria y previo a la universidad, que formase realmente para los estudios universitarios.

Esta idea fue el germen para su propuesta de creación de las Escuelas Superiores de Educación Profesional (ESEP) en la Reforma Educativa de los setenta.

CONCLUSIONES

Esta experiencia en las aulas de secundaria y de la universidad, caracterizada por su actitud reflexiva y crítica de la práctica pedagógica, y su decisión para innovarla, dio como resultado la generación de ideas fuerza que le sirvieron, más adelante, para introducir cambios sustantivos a nivel de política educativa.

  • El foco principal de la educación es el aprendizaje por los estudiantes. Se entiende por aprendizaje el desarrollo de sus habilidades para desempeñarse con éxito ante los desafíos que surgen en la vida. El aprendizaje implica una actuación eficiente y responsable. Los cursos deben tener una gran parte de ejercitación de los saberes (práctica). El trabajo en grupo de los estudiantes contribuye a ello, pero requiere la orientación de un asistente. 
  • Los maestros deben ser bien preparados, reflexivos y críticos de su propia práctica pedagógica con capacidad de introducir las innovaciones necesarias que realmente ayuden a los estudiantes en su proceso de aprendizaje. Para ello es importante contar con el apoyo de los directivos de la institución.
  • La educación secundaria debe formar para la vida. Y, la orientación profesional debe afirmarse en un nivel educativo postsecundario y preuniversitario. En la ley de educación actual, persiste este vacío. Sólo reconoce dos niveles; educación básica y educación superior. Las academias preuniversitarias que surgen como alternativa espontánea y centradas en la preparación mecánica para salvar los exámenes de admisión, tampoco cumplen el propósito de la orientación profesional.
  • La formación de todo profesional universitario no sólo debe centrarse en el desarrollo de los saberes teóricos y prácticos de la carrera, sino que debe ampliar su visión del país y del mundo en que hará su ejercicio profesional. Conocer y comprender la mirada de las ciencias, naturales y sociales, y de la filosofía. Así como desplegar otras habilidades que le posibiliten la valoración y el enriquecimiento de la cultura. La Formación general es imprescindible.

Todas estas ideas alimentan lo que más adelante será el lema de La Cantuta: “Educar al hombre en todo lo que tiene de hombre”

En los tiempos actuales se ha hecho dominante la idea de que el currículo, propuesta de política educativa general, es el que define lo que se debe hacer en las aulas, como si nuestro país fuera una sociedad homogénea y como si el propósito general fuera la estandarización de las personas, de los peruanos. Para un país como el nuestro, cuya mayor riqueza es la diversidad, la innovación educativa debe ser lo imperativo, es tiempo de pedagogizar la política educativa. 

* Conferencia expuesta en el Webinar: Centenario de Walter Peñaloza, organizado por la Universidad Ciencias y Humanidades. Día 25 de noviembre de 2020.

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lunes, 19 de octubre de 2020

EL DERECHO A LA EDUCACIÓN EN TIEMPO DE PANDEMIA

 EL DERECHO A LA EDUCACIÓN EN TIEMPO DE PANDEMIA*

Daniel Quineche Meza

16/10/2020

Todo comenzó a fines del 2019. En la provincia de Wuhan (China) surgió un brote de una enfermedad con síntomas parecidas a una gripe pero mucho más grave con consecuencias fatales. La causa de la enfermedad fue asignada a un virus del tipo coronavirus que luego se identificó como SARS CoV-2 y la enfermedad recibió el nombre de Covid-19. La característica de este nuevo coronavirus es su alta tasa de contagio por lo que su propagación fue bastante rápida y se expandió a toda Asia y otras regiones como Europa y América. Este hecho fue favorecido por la economía global que propicia un intenso transporte aéreo de personas y bienes entre los países. Por esta razón, la OMS se vio en la necesidad de anunciar a los países una alerta pandémica.

Como se tenía muy poco conocimiento sobre este nuevo virus, las medidas que se adoptaron fueron las aplicadas en situaciones parecidas pero de menor envergadura (Caso de la gripe H1N1, 2009). Por ello, las primeras medidas fueron dirigidas a impedir la propagación del coronavirus promoviendo la higiene de las manos, el uso de tapa bocas y el distanciamiento social. Y, más adelante, las medidas se radicalizaron llevando a la población a su confinamiento; en consecuencia, se paralizaron las actividades económicas y socioculturales y se cerraron las escuelas. Los países cerraron sus fronteras, el mundo se paralizó y tomaron relevancia las telecomunicaciones.

La pandemia puso al descubierto otras crisis que las políticas públicas preferían postergar su atención como las políticas de salud pública, de educación y ambientales. Y también, las políticas de ciencia y tecnología dirigidas a la salud pública.

El confinamiento de la población ha agudizado los problemas en la economía del país (quiebre de empresas y desempleo) y también en lo social (discriminación y desigualdad), particularmente en la educación (interrupción de los procesos de aprendizaje de las jóvenes generaciones).


LA INMEDIATEZ DE LA RESPUESTA EN EDUCACIÓN

Con el propósito de asegurar la continuidad de la educación en tiempos de pandemia se optó por la educación remota mediante el uso de la radio, la televisión y de los medios tecnológicos conectados a la Internet. Sin embargo, esta especie de “vacuna tecnológica” estuvo marcada por la improvisación.

En lo tecnológico, no se tuvo en cuenta que los medios tecnológicos no fueron creados con fines educativos sino de comunicación y difusión de información. Por ello, el uso de la radio y de la televisión con fines educativos implicó el diseño de programas ad hoc que tenían por los menos dos componentes: el informativo, a través de la radio o la televisión, y materiales complementarios dirigidos a las actividades de aprendizaje de los estudiantes. Estas actividades, generalmente, se sostienen en el autoaprendizaje. La dificultad mayor de estos programas es que la revisión de las tareas de los estudiantes por parte del docente es tardía. En cuanto al uso de la Internet con fines educativos, se impulsó desde la denominada  educación a distancia con soporte tecnológico. Para ello se tuvieron que diseñar plataformas digitales ad hoc conocidas como “Aulas virtuales”; lo que implicaba la capacitación de los usuarios tanto docentes diseñadores, docentes tutores y estudiantes.

Por lo que se conoce “Aprendo en casa” asumió que el programa televisivo “Plaza Sésamo” (versión latinoamericana del programa infantil estadounidense Sesame Street) podría ser el modelo. Pero, este programa sólo se vale de lo audiovisual para dar información y el hacer queda limitado a la imitación; por lo que el aprendizaje está condicionado por la capacidad de atención y retención por parte del estudiante-receptor. Para complementar estas limitaciones se ha tenido que hacer materiales adicionales que se cargan en una plataforma repositorio (que no es un aula virtual) y de la cual se pueden descargar. Los materiales se presentan por semanas y contienen: introducción, planificador de actividades, actividades y recursos adicionales. Así mismo, se asume como supuesto la permanencia de los padres en casa por el confinamiento y que pueden hacer el papel de tutores en el proceso de aprendizaje de sus hijos. Pero, las condiciones de los hogares de los estudiantes de las escuelas públicas no son las más adecuadas para asegurar un buen aprendizaje; las familias tienen varios hijos de distintas edades, con un bajo nivel educativo, con recursos tecnológicos muy limitados y bajos recursos económicos; por lo que son familias disfuncionales. Situación más crítica, cuando se trata de las familias de las personas que forman parte de la primera línea de contención a la pandemia (salud, seguridad, educación, teletrabajo)

 

IMPACTO DE LA PANDEMIA EN EDUCACIÓN

La pandemia ha profundizado la crisis en educación. Desde los noventa, la política educativa impulsó la privatización de las escuelas en todo nivel sin ningún protocolo que garantice los aprendizajes. Para ello se valió de desprestigiar a los maestros, a quiénes los culpaban de los magros resultados que mostraban los estudiantes en las evaluaciones censales y las pruebas internacionales (PISA), y por si fuera poco, los maestros empezaron a aparecer en las primeras páginas de la prensa como proclives a la violencia, maltratadores y violadores de los estudiantes. Todo ello justificó la reforma magisterial basada en la meritocracia, que dio pie a la proliferación de evaluaciones, seguimiento policíaco (formalmente llamado “acompañamiento docente”) y al crecimiento de la cultura del cartón. En la práctica, se dividió al magisterio entre los que ganan más y los que ganan menos por el mismo trabajo, entre los maestros nombrados y los maestros contratados.

En el nivel superior, la consecuencia de esta política fue la proliferación de las empresas-universidades, ofertando unas estudios a bajo costo y otras doble titulación (una nacional y otra extranjera). Se culpó a los rectores y así se justificó la reforma universitaria que creó la Superintendencia (SUNEDU), responsable de la evaluación y licenciamiento de las universidades, convirtiendo a las universidades en un servicio en sintonía con la política de formación de capital humano que impulsa la economía de libre mercado.

Para completar esta reforma en la educación, en realidad reorientación hacia la economía de libre mercado, se puso en práctica un nuevo currículo nacional, cuya principal característica es la puesta en relieve del desarrollo de las habilidades y desculturaliza la formación de los ciudadanos. Es por ello que la implementación de la educación remota ha tenido serias dificultades a la hora de buscar respuestas a ¿y ahora qué se enseña? Ello ha llevado a recuperar, en muchos casos, los contenidos de la educación tradicional (enciclopedista o bancaria), expuestos de manera frontal (Khan Academy como modelo)

La consecuencia de esta política de privatización es un debilitamiento del derecho a la educación integral de las personas. La pandemia lo que ha hecho es develar que no estamos en el camino correcto.

La migración de los estudiantes de las escuelas privadas a las escuelas públicas (debilitamiento de la privatización) o las serias limitaciones en la accesibilidad a los medios tecnológicos (ampliación de la brecha digital), no son las únicas manifestaciones de la crisis en educación como consecuencia de la pandemia. Esta crisis también se manifiesta:

En lo pedagógico, la virtualidad, pone en riesgo la socialización de los estudiantes, uno de los grandes fines de la educación,  al generar tensiones por la sobreexposición de docentes y estudiantes, o por las dificultades para mantener la relación y la mediación pedagógicas. Esto es especialmente cierto en los niveles iniciales de educación, en particular en el preescolar y el primario, en los que se requiere un trabajo coordinado con padres, madres o cuidadores para el acompañamiento y la mediación de los procesos de niños y niñas.

En lo educativo, la estrategia de educación remota ha excluido a los estudiantes con necesidades especiales y también a los estudiantes de las familias más pobres,; y ha obligado a la deserción escolar, no sólo por la falta de acceso a las TIC sino por el hastío y el aburrimiento que provoca la precariedad pedagógica de la Educación remota.

En lo social, el aumento del desempleo y la pobreza, sumado a mayores niveles de violencia doméstica y de problemas de salud física y mental, redundan en que todo el personal de las escuelas se vea enfrentado a las dificultades y tensiones que experimentan las familias, sin contar, en muchos casos, con los recursos materiales o profesionales necesarios para abordarlas. Esta situación genera desgaste emocional, agobio y estrés entre el personal docente.

 

¿CÓMO RESPONDER?

Para el diseño e implementación de las respuestas educativas a esta crisis sociosanitaria se requiere de la participación activa de todos los actores de la comunidad educativa, tanto durante este período de confinamiento como en el proceso de reapertura de las escuelas.

Los directores de las escuelas requieren ser fortalecidos en la búsqueda de respuestas organizativas, pedagógicas, de apoyo al personal docente y al fortalecimiento del rol social de las escuelas. Estas respuestas deber ser creativas y contextualizadas y que permitan abordar la continuidad de los aprendizajes y brindar apoyo socioemocional.

Asimismo, es fundamental empoderar al profesorado y al personal directivo para que pueda tomar decisiones pedagógicas contextualizadas y flexibles, manteniendo un adecuado equilibrio entre la autonomía y el apoyo que debe proporcionar el Estado.

El desarrollo de habilidades por sí mismo no tiene sentido para el ser humano, para una máquina como el robot quizás, aunque no precisamente le da sentido a su acción sino que es parte constitutiva del mismo (hecho para hacer tal cosa y no otra). Uno de los fines fundamentales de la educación es la culturación de las personas. No sólo se trata de que sólo se reconozca como parte de ella, de que aprecie su desarrollo, sino que sea un actor en ella acrecentándola. Por consiguiente, como toda acción implica desarrollo de habilidades, estas toman sentido y significancia, acrecentando la cultura apoyados en los hombros de los que ya la hicieron antes. Y, si se toma en cuenta las prioridades del presente, el cuidado de la salud de las personas y la conservación del ambiente son propósitos educativos de primer orden.

* El presente artículo sistematiza las ideas compartidas en la fecha en un evento virtual organizado por el comité de Derechos Humanos de El Agustino, Lima.