domingo, 11 de abril de 2010

EL COMPROMISO DE LOS MAESTROS. UNA EXPERIENCIA

Daniel Quineche Meza
Lima, 11 de abril de 2010
Toda reforma educativa tiene que hacerse con la participación protagónica de los maestros. Una manera muy peculiar de entendimiento de esta máxima ha llevado a la política educativa (Mejores maestros, mejores estudiantes), en el periodo reciente, a someter a evaluaciones tanto a los maestros en servicio como a los que aspiran a seguir estudios magisteriales, poniendo como base la nota catorce. Esta medida en la práctica ha traído el cierre de los Institutos Superiores Pedagógicos y el acrecentamiento de las Facultades de Educación. Pero, el extremo de esta política ha sido el poner a los maestros de carrera y colegiados en un mercado laboral asimétricamente competitivo con los profesionales de otras carreras no docentes. Esta última medida sólo se explica como un “salvavida” a la desocupación masiva de los profesionales universitarios de otras carreras, producto del caos reinante en la calificación de los recursos humanos y del modelo económico dominante y a la concepción reduccionista de que en educación sólo basta conocer las materias para ejercer la docencia. Así como no es suficiente conocer la anatomía humana para ser un buen cirujano, tampoco es suficiente conocer biología para lograr que un estudiante aprenda biología.

Desde hace varias décadas, desde el mismo campo de los maestros, se vienen buscando y ensayando alternativas para implicar más a los maestros en los procesos de reforma de la educación. Hablo de implicación o mejor dicho de compromiso como alternativa y marco distancia con la alternativa recurrente de la capacitación o de la evaluación.

Este compromiso se puede hacer explícito y ser asumido si y solo si “aflora desde dentro”, desde de los propios maestros. El compromiso no es el resultado de una imposición.

En esta búsqueda, ante una demanda concreta de un centro de formación magisterial, un pequeño grupo de profesores decidimos organizar y llevar a la práctica unos talleres singulares dirigidos a los docentes de formación magisterial y que luego hicimos extensivo a los docentes de las escuelas. La experiencia se inició un sábado 18 de marzo de 1995 a las 3 de la tarde en Bagua Grande (Amazonas).

El objetivo del taller se planteó en los siguientes términos: Promover entre los participantes el descubrimiento de su identidad institucional y su rol de docente, integrándose y organizándose para asumir el cumplimiento de objetivos comunes.

El taller se organizó en base a tres ejes de trabajo. Los ejes organizadores fueron:
- Conócete a ti mismo (¿Quién soy?, ¿quiénes somos?)
- Conoce a los otros (¿Con quiénes trabajamos y qué objetivos comunes tenemos?)
- Conoce al mundo (¿Con qué herramientas teóricas y metodológicas contamos para mejorar nuestro trabajo?).

Cada eje dio lugar a un bloque de trabajo. Los bloques fueron los siguientes:
- En el primer eje o bloque se abordaron la identidad y la autoestima.
- En el segundo eje o bloque se trataron la comunicación, la integración y la organización.
- En el tercer eje o bloque se trabajaron las principales dificultades que se presentan en la cotidianeidad de las aulas.

En general, el taller fue conducido a través de la siguiente ruta metodológica:
- Presentación de los participantes
- Organización por grupos
- Primera tarea (integrarse, organizarse y percibirse)
- Segunda tarea (descubrir su identidad institucional)
- Tercera tarea (abordar creativamente la solución de un problema pedagógico común)
- Reflexión final y compromisos.
- Evaluación del taller.

En cada paso de esta ruta se recurrió al uso de técnicas participativas. A modo de ejemplo:
- Presentación de los participantes: Encuentra tu mitad.
- Organización por grupos: El zoológico.
- Primera tarea (integrarse, organizarse y percibirse): Las estatuas y la comunicación.
- Segunda tarea (descubrir su identidad institucional): El acróstico y la dramatización
- Tercera tarea (abordar creativamente la solución de un problema pedagógico común): Meta plan.
- Reflexión final y compromisos: La muralla y los guerreros.
- Evaluación del taller: Los círculos concéntricos.

El taller tuvo una duración de dos jornadas de 3 horas y fue conducido por dos profesores.

El testimonio de los maestros que participaron en estos talleres nos dejó la grata satisfacción de que habíamos tenido una aproximación bastante cercana al logro del objetivo propuesto. También nos dejaron sugerencias para mejorarlo, así como nuevos temas para abordarlos con una organización y dinámica pedagógica similar a la utilizada en este taller.

La organización y participación en estos talleres de seguro que cambió tanto nuestra visión de la educación y fortaleció nuestro compromiso social con ella como la de los propios partipantes docentes. Muchos de ellos son líderes pedagógicos en sus respectivas comunidades.

Responder a las necesidades de los colegas siempre será una grata experiencia que seguiremos haciendo.

Sea esta también una oportunidad para agradecer a todos los colegas profesores que confiaron en mi persona, colaboraron y me apoyaron en hacer realidad esta experiencia.