miércoles, 10 de abril de 2013

SITUACIÓN DEL APRENDIZAJE DE CIENCIA EN LA EDUCACIÓN BÁSICA EN EL PERÚ

Daniel Quineche Meza

Es necesario buscar soluciones viables al problema de los insuficientes aprendizajes de los estudiantes en ciencias que han mostrado los estudios internacionales de SERCE (2006) y PISA (2009), así como en la evaluación censal de estudiantes que viene llevando a cabo el Ministerio de Educación.
 
En el Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo (SERCE) de UNESCO-OREALC (2006), se encontró que el 46.93% de los estudiantes peruanos del sexto grado de Primaria se ubicaban en el nivel I de una escala de cuatro niveles. Este nivel, agrupa las tareas concernientes a situaciones concretas y muy próximas al entorno conocido por el estudiante; es decir, que la información necesaria para responder debe darse de manera explícita, y sólo se requiere reconocer, memorizar y utilizar el conocimiento identificado.  De igual manera, se reveló que el desempeño de los estudiantes de zonas rurales es menor que el de aquellos que asisten a instituciones educativas urbanas (2 a 3 veces mayor es la cifra que se encuentra en la zona urbana).
Figura 1. Resultados en Ciencias de los estudiantes del 6to. Grado de Primaria.
UNESCO-SERCE 2006.
En el estudio comparativo internacional de PISA (2009), los estudiantes peruanos de 15 años de edad (la mayoría de ellos cursan el tercero y cuarto de Secundaria) obtuvieron los menores puntajes entre los países participantes en las pruebas de ciencias. El 33% de los estudiantes apenas llegaron al mínimo de rendimiento establecido por PISA y el 35.3% de ellos está por debajo de este nivel mínimo. Con estos resultados, nuestros estudiantes ocupan el penúltimo lugar entre los países evaluados por PISA y el último lugar entre los países de la Región. En general, los resultados no son alentadores, pero informan sobre el desempeño y el rendimiento en ciencias de los estudiantes y develan los desfases entre el currículo prescrito y el currículo real, el que se trabaja en las aulas.


Figura 2.- Resultados en Ciencias de los estudiantes peruanos de 15 años (PISA, 2009)

Los resultados de la evaluación censal de estudiantes del segundo grado de primaria del 2011 indican que tanto los niños y niñas tienen bajos rendimientos en comprensión lectora y matemáticas. Un poco mejor en comprensión lectora pero muy bajo en matemática (Alrededor del 50% de niños y niñas no alcanzó el nivel mínimo). En comprensión lectora, las niñas están unos pocos puntos mejor que los niños (32,4/24,4 %), mientras que en matemática se invierten los resultados (11,9/14,5 %).
 

Figura 3.- Resultados de la ECE 2011 según el sexo y el lugar de residencia de los estudiantes de segundo grado de Primaria (MED-UMC, 2011).
 
Cabe resaltar que en la sociedad peruana aún subsisten prácticas discriminatorias en contra de las mujeres. Los estudios demuestran que las mujeres tienen menos acceso a conocimientos científico-técnicos especializados, como tecnologías de información, procesos productivos o técnicas de gestión, lo cual limita su participación en el mundo laboral y financiero.

En las áreas rurales, si bien se ha elevado el número de niños y niñas de 6 años que son matriculadas, aún persisten dificultades en la escolaridad de las niñas. Un porcentaje significativo de niñas inician su escolaridad con uno o más años de retraso. Los niveles de desaprobación, repetición y retiro de las niñas todavía son altos. El riesgo del fracaso escolar se acrecienta a medida que se alcanza la adolescencia porque aumentan las obligaciones en la familia para cumplir con otras tareas.

Además, hay otros factores, de difícil medición, que tienen una gran incidencia en la educación de las niñas y, por consiguiente, es necesario contribuir en su erradicación. El trato discriminatorio sexista, el abuso sexual, la violencia y la corrupción de la que son víctimas las niñas y las madres de familia. Este sesgo en contra de las mujeres obliga a cambiar el estereotipo sexista mediante el conocimiento científico y tecnológico, el desarrollo del pensamiento crítico, la práctica de la tolerancia y la resolución de conflictos y la aceptación de la diversidad.

Estos resultados son muy preocupantes desde dos puntos de vista. En primer lugar, es un factor muy limitante para que nuestros estudiantes puedan participar en los procesos del desarrollo donde la Ciencia y la Tecnología (CYT)  juegan un papel muy importante. Una ciudadanía educada en CYT es condición necesaria para enfrentar con éxito los desafíos y riesgos del desarrollo actual. El segundo lugar, se reducen las motivaciones de los estudiantes para optar por carreras en el campo de la CYT cuando el país, que ha experimentado un periodo de crecimiento económico importante, está en busca fortalecer su participación sostenible y competitiva en mercados cada vez más globales incorporando CYT en su aparato productor y actividades afines. Para poder participar de lleno en la economía global de hoy día, se requiere contar con una masa crítica de investigadores e innovadores.