miércoles, 21 de mayo de 2008

La enseñanza de las ciencias desde la Pedagogía

LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS DESDE LA PEDAGOGÍA
Reflexiones en el Perú de hoy.

Daniel Quineche Meza
19/05/08

1. DELIMITACIÓN DEL CAMPO

A la luz del desarrollo de la humanidad, a la primera década del siglo XXI, hay necesidad de delimitar el campo de reflexión, propuesta y acción.

Es importante la preocupación por la enseñanza, es decir, por la oferta formativa. La cantidad de conocimientos científicos alcanzados y su impacto en la modificación de la vida de las personas y de las sociedades ameritan una revisión permanente de la oferta formativa para las nuevas generaciones. Al respecto, se visualizan por lo menos dos tendencias: la primera, de carácter cuantitativo y, la segunda de carácter cualitativo. Desde la primera, bastaría con incrementar los contenidos científicos. Desde la segunda, se tendría que destacar los momentos de quiebre (cambios de paradigmas) que posibilitaron un avance en el conocimiento científico (T. Khun, 1960).

Sin embargo, a la luz de ese conocimiento científico alcanzado, hoy también es importante preocuparse sobre cómo aprenden los niños y jóvenes. Por ello, el norte de todas las reformas educativas emprendidas desde la década de los 90’ es que los estudiantes aprendan, o en otras palabras, satisfacer las necesidades de aprendizaje. Este cambio de perspectiva nos obliga a tomar en cuenta la diversidad de origen de los estudiantes, fundamental para comprender sus motivaciones, intereses y valores (inteligencia emocional); y las posibilidades de influenciar sobre el desarrollo de todas sus capacidades (inteligencias múltiples) y sobre todo en la modificación de sus capacidades cognitivas.

Hasta aquí, deberíamos delimitar el campo como Enseñanza y Aprendizaje de las ciencias.

Pero hay más. ¿Cuál ciencia o qué ciencias?. En la literatura especializada la enseñanza de la ciencia se refiere a las ciencias experimentales. Es decir, a aquellas ciencias que Piaget denominaba ciencia “dura” y que tienen como común denominador el método experimental para la generación y validación del conocimiento. Sin embargo, la historia señala que muchos de los conocimientos científicos no siempre se han obtenido siguiendo la rigurosidad de ese método. Por ello, hay quienes también incluyen en este campo a la Matemática y otros a todas las demás ciencias (Piaget las denominaba ciencias “blandas”) como las ciencias sociales.

Pero habría que tomar en cuenta otros puntos de vista. La cara visible de la ciencia en toda sociedad son los procesos y productos tecnológicos. Por ello, muchos analistas del desarrollo humano identifican la esfera de la tecnociencia (CYT). Y, en tiempos de globalización, de alta competitividad, la fórmula se modifica a CyT + I. Para algunos países preocupados por los impactos negativos de la CyT en las sociedades la fórmula toma la forma de CTS (ciencia, tecnología y sociedad). Y, para los países en desarrollo como el nuestro, la fórmula avanza a: CyT + I + D.

Y, es que la expresión “enseñanza de las ciencias” tuvo significado en las décadas inmediatamente posteriores a la SGM y, más específicamente, cuando se inició la carrera por conquistar el espacio entre EE.UU y la URSS. Hoy, en tiempos de globalización, de deterioro acelerado del ambiente en que vivimos y de la constatación de que la reserva de la vida en el planeta Tierra está en el territorio de los países que más pobres tienen, definitivamente otro es el significado de “Enseñanza de las ciencias”.

2. RESPONSABILIDADES

Es claro que a las generaciones adultas le corresponde la formación de las generaciones más jóvenes. Estas generaciones conviven conformando sociedades.

Toda sociedad tiene por lo menos dos caminos para inducir la formación de las nuevas generaciones.

Uno de ellos, es cuando la sociedad asume el rol de sociedad educadora. Para ello crea un conjunto de escenarios donde los niños y jóvenes pueden tener un contacto formativo directo con la ciencia. Museos de ciencias, parque zoológicos, jardines botánicos, portales web, talleres de creatividad científica tecnológica, eventos -congresos, seminarios, foros, conferencias- de difusión del conocimiento científicos, revistas de divulgación, columnas científicas en la prensa escrita, programas científicos en los medios televisivos, programas de diálogo científicos-estudiantes en las instituciones educativas, ferias de ciencia y tecnología, concursos, etc. son algunas alternativas en ese sentido. Este camino es el menos visible para quienes están preocupados por introducir mejoras en la enseñanza de las ciencias y, sin embargo, es el más potente porque permite trabajar en el campo de la inteligencia emocional (motivaciones, intereses, actitudes y valores).

El otro camino es el sistema educativo regular. En este camino, la enseñanza de la ciencia tiene que verse en el marco de la estructura curricular de la Educación Básica (Inicial, Primaria y Secundaria). Pero, también en el currículo de las otras modalidades de la Educación Básica Alternativa (particularmente en los programas de segunda oportunidad para jóvenes). Este camino es el más sistemático y al mismo tiempo el más rígido, donde no sólo es importante el currículo sino también la formación inicial y continua de los profesores y la gestión de la institución educativa (gestión de las personas que trabajan en la institución escolar –clima institucional-, gestión de los tiempos -horario escolar- y de los espacios -ambientes equipados y con infraestructura apropiada para el trabajo escolar- y hasta el presupuesto de funcionamiento de la institución educativa (compra de insumos, mantenimiento y reposición de materiales).

3. CURRICULO ESCOLAR

El currículo escolar, en la actualidad, se define dando respuesta a las siguientes preguntas:
- ¿Para qué enseñar y aprender?
- ¿Qué enseñar y aprender?
- ¿Cuándo hay que enseñar?
- ¿Cómo se enseña y se aprende?
- ¿Qué, cuándo y cómo evaluar lo aprendido?

El para qué tiene que ver con el perfil de salida de los egresados de la educación básica. Perfil que tiene que estar en consonancia con los objetivos del desarrollo del país. Algunas tesis que están en consonancia con lo anterior son:
- Gran parte de las tareas del desarrollo es función de la PEA empleada y calificada en varios niveles y especialidades.
- Las políticas de desarrollo priorizan determinados campos donde el país puede ser altamente competitivo en el mediano plazo .
- Las políticas de calificación de las personas deben priorizar consecuentemente esos campos.

El qué enseñar va de la mano con el qué es importante aprender para desempeñarse con éxito en la sociedad en que vive o en aquella a la cual puede desplazarse.

Hoy no cabe duda de que si el norte es el desempeño futuro, lo que hay que impulsar en los jóvenes es el desarrollo de sus competencias. Las competencias de una persona son el producto de la interacción de sus conocimientos, sus habilidades y actitudes personales y sociales puestas en juego al momento de acometer determinadas acciones en variadas situaciones.

Por ello, es importante que en el diseño curricular se precisen los conocimientos que se tienen que aprender, las habilidades y destrezas que se tienen que adquirir y las actitudes y valores que tienen que afirmarse.

Dado el límite del tiempo del trabajo pedagógico y del tiempo que requieren los estudiantes para aprender es necesario priorizar los conocimientos, habilidades y actitudes (contenidos curriculares) que se deben indefectiblemente trabajar en las aulas. A esto se le denomina hoy “contenidos mínimos o básicos”. Hay necesidad de distinguir entre lo “básico imprescindible” y los “básico deseable”. La apuesta consiste en que si se sientan bien estas bases (lo básico imprescindible) y existe un medio social motivador el estudiante va a profundizar y acrecentar su aprendizaje por su propia cuenta. La meta mayor hoy es avanzar hacia el aprendizaje autónomo de los estudiantes. Desde esta perspectiva, un currículo no es mejor si tiene todo lo deseable y si está muy actualizado.

El cuándo enseñar y aprender tiene que ver con la oportunidad para plantear la oferta formativa a los estudiantes. Cómo debe ser la oferta formativa de enseñanza de las ciencias en la educación inicial, en la educación primaria y en la educación secundaria. Cuál es el tiempo mínimo que deben dedicar a ello los estudiantes con orientación de sus profesores. Qué competencias deben tener o hay que fortalecer en los profesores que son designados para esta función. Cuál es la ambientación básica que deben tener la institución educativa donde el profesor y los alumnos van a desarrollar esa propuesta curricular.

El cómo se enseña responde al conocimiento que se tenga de cómo aprenden los estudiantes. No todos aprenden de la misma manera y al mismo ritmo. Por ello el profesor debe poner en práctica una estrategia general con un conjunto de variantes para atender las necesidades particulares de sus estudiantes. El cómo se aprende lleva hoy en día a diseñar estrategias para modificar las ideas previas de los estudiantes, a desplegar sus propias estrategias cognitivas, a identificar y establecer puentes entre la práctica y la teoría y viceversa, a autoevaluarse, a compartir y colaborar y hasta ejercer liderazgo en el trabajo en equipo, etc.

El qué, cuándo y cómo evaluar lo aprendido es la oportunidad para que el estudiante demuestre todo lo que es capaz de decir, hacer y mostrar utilizando lo aprendido. Sin embargo, también es una oportunidad para que el estudiante experimente diferentes formas de evaluación. Este es el caso de las pruebas para admisión a las universidades, las pruebas de evaluación de calidad nacional o internacional, las pruebas para la acreditación de competencias, etc.

4. PERSPECTIVAS DE LOS ESTUDIANTES DE HOY

Por último también es importante tener presente que si se inicia una gran campaña, en la sociedad y en las instituciones educativas, a favor del aprendizaje de las ciencias, los centros de educación superior tienen que mejorar y ampliar su oferta formativa en ciencias y el país en general tiene que ampliar su cobertura de empleo a los científicos. Esto significa poner en práctica políticas de desarrollo científico y tecnológico en el mediano plazo con un gran incremento de la inversión pública y privada.

Si hay más centros de investigación y de centros de producción basados en la aplicación de tecnología propia es seguro que más jóvenes descubrirán allí que hay oportunidades para crecer profesionalmente. Y más niños y niñas querrán tempranamente tratar de hacer lo que hacen sus mayores.

Si no se da, si siguen las cosas como van, la mayoría de los pocos jóvenes que se interesen en la ciencia y tecnología lo harán pensando que es su pasaporte para migrar a los países del primer mundo y triunfar allá.